Oscar Javier Forero Coronel

jueves, 22 de marzo de 2018

Reconversión monetaria: ¿Necesaria o Innecesaria?



Por: Oscar Javier Forero

El Presidente de la República acaba de anunciar una reconversión monetaria, la primera de su gobierno y la segunda de la Revolución Bolivariana, la cual desde ya es vista por la población con muchas dudas, temores y escepticismo. No obstante, de manera informal la economía venezolana ya venía asumiendo una especie de reconversión producto de la galopante hiperinflación. Así, lo que realmente es un millón se menciona simplemente como "mil". En las calles y establecimientos ya es común observar vitrinas con precios en los que tanto usuario como vendedor entienden que quinientos, mil y cinco mil son en realidad, y de acuerdo al actual cono monetario, quinientos mil, un millón y cinco millones.


Nuestra moneda oficial, el bolívar no sólo esta hiperdevaluado sino que también tiene un creciente riesgo de desaparecer bien sea por otra moneda nacional o incluso por una moneda internacional, como por ejemplo el dólar estadounidense o el peso colombiano. Ya es común observar en las calles que algunos billetes del cono monetario no son aceptados por la oblación, específicamente los de dos, cinco, diez y veinte bolívares. Algo semejante está ocurriendo con los billetes de cincuenta y cien bolívares: En las zonas de frontera ya no sólo son menor valorados que los billetes de nueva denominación, sino que no son aceptados. Para entender la aseveración sobre el por qué el bolívar tiene riesgo de desaparecer es siendo importante recordar que "El papel moneda tiene valor porque circula" (Marx, Carlos).
 
La reconversión monetaria ha estado presente en las economías que han padecido los estragos de la hiperinflación, llegando a tener que repetirse dicho proceso por dos y hasta tres veces, en el caso especifico de Brasil, que vivió una crisis semejante por más de 10 años, se eliminaron 12 ceros a la moneda, es decir lo que era un billón (1.000.000.000.000) paso a ser uno (1).

Se podría definir como una medida necesaria, que se encontraba dentro de las estimaciones para este año (ver: https://economiayrebelion.blogspot.com/2018/01/el-escenario-economico-venezolano-para.html) y que ha sido acelerada por la creciente hiperinflación, la escasez de efectivo y el ya mencionado riesgo de desaparecer la moneda.

Resulta por lo tanto una medida además de necesaria, acertada para facilitar los procesos contables y para, en caso de que se haga de manera correcta, evitar el contrabando de billetes hacia otros países. Lo que evidentemente no puede parecer acertado es que hayamos tenido que llegar a esta situación, más cuando se ha podido evitar a través de política monetaria.

De igual forma es importante destacar desde ya que la reconversión monetaria es una consecuencia y no una causa de la inflación, que la misma no tiene la capacidad de contener la escalada de precios, es decir que sino se hace nada (Como ocurre en la actualidad) los precios continuaran al alza con una fuerte tendencia a incrementarse la velocidad de la espiral, es decir con aumentos ya no diarios, como estamos en este momento, sino por horas.

Aún tomando medidas al respecto la espiral seguirá generando afectaciones significativas al bolsillo de los venezolanos, esto significa que la dinámica hiperinflacionaria obligará y conducirá a que dentro de dos años probablemente se tenga que hacer, en el mejor de los casos, un nuevo proceso de eliminación de ceros, de lo contrario estaremos anunciando la puesta en circulación de una nueva moneda y el entierro definitivo del bolívar.

jueves, 8 de marzo de 2018

Cuando el Bolívar valía más que el Dólar. Una Leyenda Urbana

  
Por Víctor Torrealba @m0nedavenezuela.

Hace varios meses escribímos un artículo titulado: Cronología de la devaluación del Bolívar Venezolano, donde se mostraba en detalle las variaciones de la cotización OFICIAL del Bolívar Venezolano vs. Dólar Estadounidense, desde antes de Juan Vicente Gómez, cuando la tasa de cambio era 1 a 1, hasta nuestros días. 

Resulta que desde que se escribió el artículo, casi a diario recibíamos e-mails, tweets y DM (de los que se envían en Twitter) reclamándo que en el artículo no salía el periodo entre 1953 y 1957, cuando gobernaba Pérez Jiménez, periodo en el cual “supuestamente” el Bolívar valía más que el Dólar Americano.

Me pareció extraña esa afirmación ya que en la investigación realizada, en ningún momento de la historia ocurrió tal fenómeno, pero como al acercarse el 23 de Enero, fecha en que fue derrocado Pérez Jiménez, los reclamos se han ido incrementando, decidí averiguar de donde salió ese cuento de que: “El Bolívar era la moneda más valiosa en todo el planeta tierra”.

Por curiosidad envié a la cuenta twitter de Monedas de Venezuela: (@m0nedaVenezuela), la cual tiene ¡más de 75 mil seguidores!, la siguiente pregunta: 

★TRIVIA★: Entre 1953 y 1957 durante el gobierno de Pérez Jiménez ¿Es cierto que el Bolívar supero al Dólar ó es solo una Leyenda Urbana?

¡Las respuestas me dejaron como Condorito!, en 3 días que estuve “tuiteando” la trivia, recibí más de 2 mil respuestas y con la excepción de 54 personas, todos los demás estaban convencidos de que era CIERTO y los más “sabiondos” me mandaban a investigar y a leer historia, y que acomodara de una buena vez el artículo de la Devaluación del Bolívar.
Haciendo una pequeña búsqueda en Google de la oración “Cuando el Bolívar valía más que el Dolar”, podemos ver de donde sale esta falsa creencia. Como respuesta a esta búsqueda, Google regresa casi medio millón de resultados, pero asombrosamente, ¡casi todos dicen lo mismo! Con pequeñas variaciones, los artículos publicados sin citar a fuente alguna, dicen lo siguiente:
“Entre 1953 y 1957 durante el gobierno de Marcos Pérez Jiménez, Venezuela vivió un increíble periodo de prosperidad económica. La producción Venezolana y PIB per cápita se elevó 60% más que el de Estados Unidos y Gran Bretaña hasta el año 1957. Para 1956 La moneda venezolana llegó a ser la de mayor valor en todo el mundo, superando al dolar estadounidense. Había una Revaluación constante del bolívar, esto debido a la increíble política económica que se llevaba, cada día la moneda venezolana valía más frente a las monedas extranjeras como el dólar americano. Los consulados de Venezuela en España, Italia y otros países, todos los días, estaban llenos de gente de esas nacionalidades buscando visas para venirse a Venezuela. Pero hay más, en el año 1956 “EN TODO EL MUNDO”, una sola moneda valía más que todas las otras… La moneda que tenía más valor en todo el mundo, ese año, era el bolívar. ¡Imagínense los estadounidenses preferían tener sus ahorros en bolívares y no dólares! ”
    
Me reí bastante cuando leí todo eso, suena muy bonito y ojalá hubiera sido verdad, pero es completamente falso.

Entre los años 1953 y 1957 Venezuela tenía un cambio Oficial fijo de 3,35 Bs. por Dólar, es decir: 1 Dólar costaba 3,35 Bolívares. (1 usd to vef)

Pruebas:
Prueba 01:Libro Oficial del Banco Central de Venezuela.
De la pagina web del Banco Central de Venezuela, en este link se puede bajar en formato PDF el Libro ESTADISTICAS DE VENEZUELA (1949-1999) editado por el propio Banco Central de Venezuela y en la página 55 aparece la siguiente tabla titulada: MERCADO CAMBIARIO. TIPOS DE CAMBIO PROMEDIO PONDERADO DEL BANCO CENTRAL DE VENEZUELA Y DE LOS BANCOS COMERCIALES (Bs/$):

 La tabla refleja el MERCADO CAMBIARIO durante varios años y podemos observar que entre 1941 y 1962 el tipo de cambio se mantuvo en 3,35Bs/US$. Prueba 02: Reportes Anuales del Bank for International Settlements (BIS)
El Bank for International Settlements (BIS), fundado el 17 de mayo de 1930, es la organización financiera internacional más antigua del mundo. En su página web suministran registos históricos de sus Reportes Anuales. ( En este link los pueden bajar en formato PDF Reportes Anuales).

Me tomé la molestia de bajar los reportes desde el año 1952 hasta 1961, entre la información que suministran, aparecen los tipos de cambio de las monedas en todo el mundo.
Con la información de cada reporte, construí la siguiente tabla, donde se muestra que el tipo de cambio de Venezuela entre 1953 y 1962 era de 3.35 Bs / US$
Prueba 03: Recibo de Banco. Año 1955. Gentilmente Jose M. Marino @josemarinor, uno de nuestros seguidores en twitter, me envió la foto de un recibo bancario donde se refleja la compra de un cheque en Dólares.
 
Podemos ver que la fecha es 1955 y la tasa de cambio aplicada fue de 3.35 Bs / US$
 
Para finalizar podemos decir que durante la época de Pérez Jiménez la fortaleza del Bolívar es incuestionable, tanto en Venezuela como en los mercados mundiales, existiendo una estabilidad invariable de la moneda. Este periodo se caracterizó por una mínima deuda externa y unas sólidas reservas en oro, cumpliendo el BCV con su función de darle fuerza al Bolívar. 

Pero la LEYENDA del Bolívar, como la moneda más Fuerte del Sistema Solar, es solo una mentira que muchos quieren creer para aislarse un poco del desastre económico en que actualmente estamos metidos.

Moraleja: ¡No todo lo que sale escrito en Internet es cierto. Verifiquen las fuentes.



martes, 6 de marzo de 2018

Venezuela: Las remesas "bajo cuerda" abren una nueva grieta en la economía


 Por: RT/Nazareth Balbas

La queja es común entre empresarios y comerciantes que en los últimos meses han visto mermar sus nóminas de empleados por sucesivas renuncias: "Es que ya nadie quiere trabajar si recibe, desde afuera, 50 dólares al mes", confiesa.

Estamos en Venezuela, un país que desde hace cuatro años vive una profunda recesión económica provocada por varios factores: la fuerte caída y lenta recuperación de los precios del petróleo, su principal producto de exportación y casi exclusiva fuente de divisas; el sabotaje a la economía mediante la "guerra económica" de factores empresariales, según el gobierno; y, más recientemente, las severas sanciones unilaterales impuestas por EE.UU., que han contribuido a una suerte de 'bloqueo de facto' en el mercado financiero internacional.

La coyuntura, que se ha agravado con el paso de los últimos meses e incluso días, tiene sus características propias y fenómenos que se mueven con la misma rapidez del metabolismo económico. Uno de ellos es relativamente nuevo para el país: el envío de remesas de dinero, desde el exterior, a personas particulares. Aunque a simple vista parezca un respiro para quienes las reciben, han empezado a abrir una grieta feroz que promete prolongarse por las distorsiones del mercado paralelo.

Las vacas flacas

En Venezuela rige un control cambiario desde 2003, promovido por el entonces presidente Hugo Chávez, con el objetivo de impedir la fuga de capitales que empezó a presentarse en el país después del golpe de Estado y sabotaje a la industria petrolera (2002-2003), durante los primeros años de su mandato.

El gobierno trató de ponerle freno a la salida de divisas mediante mecanismos que permitieran controlar quiénes tenían acceso a dólares preferenciales para la importación de bienes, materias primas, viajes al exterior y hasta remesas a venezolanos residenciados en otros países. Con un barril de petróleo que iba en escalada desde los 23 dólares (abril, 2003) hasta alcanzar un pico de 139 dólares justo antes de la crisis económica mundial en 2008, la renta se repartió a manos llenas.

El fenómeno se mantuvo después de la crisis y continuó pese a la poco espectacular recuperación de los precios del petróleo, hasta que el monto asignado para remesas al exterior comenzó a ser un pesado fardo: "Ahorita está autorizado hasta 900 dólares por persona. Es mucho y ese concepto ha venido aumentando", se quejaba en 2014 el entonces ministro de Economía, Rafael Ramírez.

Por vía de esas remesas, de Venezuela salían más de 1.000 millones de dólares anuales, un monto que se incrementó hasta alcanzar los 1.117 millones de dólares en 2013, según cifras del Banco Mundial (BM); buena parte de ese dinero, además, se fugaba mediante irregularidades. Colombia era uno de los principales destinos de esas divisas, tal como lo revela un informe de 2007 realizado por el Banco de la República.

En 2014, sin embargo, la crisis económica generada por la caída de los precios del petróleo dinamitó la capacidad financiera de Venezuela y el chorro de dólares empezó a cerrarse, al punto de que en la actualidad, el país suramericano se ha vuelto un receptor de remesas personales. El detalle incómodo es que ese fenómeno tiene poca o mínima incidencia en las cuentas nacionales. ¿Por qué?

Dólares 'bajo cuerda'

Aunque algunos titulares de la prensa venezolana señalen que gran parte de las familias asentadas en el país reciben algún tipo de remesa desde el exterior, lo cierto es que no hay estadísticas oficiales que respalden esa afirmación. Una fuente ligada al Banco Central de Venezuela (BCV) explicó que "hay poca información" porque "el sistema bancario reporta poco o nada al respecto" y "la supervisión es escasa".

El año pasado, un grupo de universidades venezolanas hizo una Encuesta de Condiciones de Vida (Enconvi, 2017) para tratar de caracterizar a la migración y su impacto en la economía nacional. Según ese estudio, más de 10 % de la población ha emigrado, es decir, unos tres millones de personas.

Sin embargo, si se compara con las estadísticas de la ONU al cierre del año pasado, la cifra es exagerada. De acuerdo a las mediciones de esa organización, un total de 1.025.009 personas salieron de Venezuela para establecerse en otros países, lo que representa 3,4 % de la población. Lo llamativo es que buena parte de quienes deciden emigrar están en edad productiva y cuentan "con un perfil relativamente calificado", porque al menos la mitad de ellos ha culminado sus estudios universitarios.

De ese porcentaje, se estima que buena parte envía remesas a sus familiares en Venezuela. En mayo del año pasado, el diario Panorama refería que el envío de dinero desde el exterior se había disparado en 40 %; pero a diferencia de países como Honduras o Colombia (que contabilizan ese ingreso a las cuentas nacionales), los montos que llegan a la nación suramericana pasan por canales al margen de la legalidad y alimentan el voraz metabolismo del dólar paralelo.

¿En qué consiste?

Las estadísticas disponible solo cubren hasta 2016. Según el Banco Mundial, en ese año ingresaron a Venezuela 279 millones de dólares por concepto de remesas. Esa tendencia había empezado a ponerse en alza en 2012, año en que la enfermedad del presidente Hugo Chávez comenzó a agravarse y las posibilidades de su recuperación física se evidenciaron escasas. 

Para el economista Óscar Forero, si bien el envío de remesas es rentable en países donde la moneda local está depreciada con respecto al dólar, en Venezuela hay dos factores que impiden que esos recursos sean inyectados a su economía: la 'triangulación' a través de Colombia y el dólar ilegal.

El tipo de cambio oficial -conocido como tasa Dicom- está nueve veces por debajo de la cotización ilegal de la divisa norteamericana. Esta distorsión es alentada por casas de cambio ubicadas en Cúcuta, Colombia.

Forero explica que muchos venezolanos cruzan la frontera para recibir las remesas de sus familiares en territorio colombiano y reingresar al país con dólares, que luego vuelven a transar en el lucrativo mercado paralelo. ¿El resultado? Un alivio económico para muchas familias golpeadas por la crisis y un empuje directo a la hiperinflación, el negocio de los ilícitos cambiarios y la improductividad.

El economista destaca que el dato más revelador de esa realidad es que en el Norte de Santander (la región fronteriza con Venezuela de mayor movimiento humano y comercial) la recepción de remesas provenientes de España y EE.UU. se disparó en 86 % en apenas un año, al pasar de 68,7 millones de dólares en 2016 a 127,8 millones en 2017, tal como constata el diario La Opinión: "Buena parte de ese ingreso se debe a los venezolanos que reciben sus remesas allá para luego reingresar a Venezuela, en eso consiste el proceso de triangulación".

Para no tener que movilizarse hasta la frontera, muchos venezolanos que reciben remesas recurren a otro mecanismo: contactan en San Cristóbal o Cúcuta (ciudades situadas a uno y oro lado de la frontera común) a personas o establecimientos comerciales que disponen de cuentas bancarias en dólares, a quienes les depositan las divisas para que estos, a su vez, giren pagos en bolívares al destinatario final, a una tasa mutuamente acordada y cercana a la cotización ilegal.

Empleos y productividad

Uno de los aspectos más preocupantes de esta dinámica, expone Forero, es que puede influir de manera negativa en el Producto Interno Bruto (PIB) del país, "mucho más de lo que se ha estimado".

"Hay que tomar en cuenta, por ejemplo, la deserción laboral", acota. El salario mínimo de un venezolano, según el más reciente incremento, equivale a unos 35 dólares a tasa Dicom y a unos 6 dólares si se cotiza al mercado paralelo: "Mucha gente prefiere quedarse en su casa esperando 30 dólares de un familiar, porque los puede cambiar a la tasa ilegal, en vez de salir todos los días a una oficina donde tiene que hacer gastos de pasajes, comer mal y andar con el estrés propio de la cotidianidad, por una remuneración que no cubre sus necesidades".

Este ingreso también contribuye a la ya elevada inflación, dado que las familias que tienen algún acceso a dólares pueden comprar productos que son prohibitivos para una gran parte de la población, y los precios de estos empiezan a elevarse. Esas distorsiones, apunta Forero, no sólo hacen más difícil un proceso de recuperación económica, sino que han contribuido al "cierre técnico" de empresas e instituciones por falta de personal.

¿Qué hacer?

A principios de este año, el presidente Maduro anunció la apertura del sistema Dicom para captar las remesas provenientes del exterior. Sin embargo, la tasa ofrecida por el Estado a los potenciales interesados sigue estando muy por debajo de la oferta ilegal.

"Eso no se decreta, se construye. Deben ofrecerse facilidades para que sea más atractivo para alguien enviar dinero por vía regular que por el mercado paralelo", afirma Forero, quien considera que esa política debe aplicarse con celeridad para frenar las operaciones ilegales en Cúcuta, "que solo le generan utilidades al Estado colombiano, con recursos que deberían llegar directamente a Venezuela".

Su propuesta implica varias medidas: ajustar el valor del dólar a una tasa de entre 80.000 y 100.000 bolívares (algo más de 50 % por debajo del precio de la actual tasa ilegal); brindar incentivos fiscales a quienes utilicen el sistema legal, como reducciones del Impuesto Sobre la Renta (ISRL) o facilidades de crédito en la banca pública; y dar seguimiento y sanciones a quienes transen sus remesas en el mercado ilícito.

"Mientras no se apliquen políticas cambiarias eficientes, las brechas van a seguir en alza", apunta Forero. Y la grieta, que por ahora es incipiente, podría convertirse en una fisura irreparable para la ya comprometida economía venezolana.