Oscar Javier Forero Coronel

jueves, 29 de septiembre de 2016

MÉXICO TIENE 5.7 MILLONES DE ADULTOS MAYORES EN POBREZA:

En el marco del Día Internacional de las Personas de Edad, que se celebra el 1 de octubre,  el INEGI  informó que 33.6 por ciento de quienes tiene 60 años y más trabajan


En México 5.7 millones de adultos de 60 y más años se encuentran en situación de pobreza multidimensional, lo que equivale al 43.7 por ciento de este grupo poblacional, dio conocer el Inegi previo al Día Internacional de las personas de edad que se celebra el 1 de octubre. 

Lo anterior significa 1.1 millones de adultos mayores pertenecen a hogares que aun al hacer uso de todo su ingreso en la compra de alimentos, no puede adquirir lo indispensable para tener una nutrición adecuada y presentan al menos tres carencias sociales de las seis incluidas en el cálculo del Índice de privación social, de acuerdo con los resultados del Módulo de Condiciones Socioeconómicas 2014 del Inegi.

La incidencia de pobreza es mayor en los adultos de edad más avanzada, pues uno de cada dos adultos de 75 años y más (51.1 por ciento) se encontraban en situación de pobreza multidimensional, es decir vulnerable tanto por ingresos como por carencias sociales, mientras que 40.9 por ciento de los adultos de 60 a 74 años se encontraban en esa situación.

Además de que poco más de 4.5 millones de personas de este grupo de población, están en situación de pobreza moderada.

Los porcentajes de pobreza multidimensional en la población adulta de 60 y más años es más alta en la población femenina, (43.9 por ciento) respecto a la masculina (43.4 por ciento). 

Asimismo, 24.8 por ciento de los adultos de 60 a 74 años es considerado no pobre ni vulnerable por ingresos o carencias sociales, en contraste con 15.6 por ciento de los adultos de 75 años y más.


FUENTE: http://www.elfinanciero.com.mx/economia/mexico-tiene-millones-de-adultos-mayores-en-pobreza.html#.V-0q3iCatA8.facebook

lunes, 5 de septiembre de 2016

¿La venta de alimentos colombianos en el Táchira es buena o mala?

En los últimos 15 días se ha visto un incremento en la cantidad de productos de origen colombiano que se expenden ya no de manera informal en los mercados populares o en el centro de la ciudad de San Cristóbal sino de manera formal en los supermercados, automercados y hasta en instalaciones del ejecutivo regional por medio de ferias especiales; para muchos resultó algo poco común observar marcas sólo vistas en la publicidad televisiva llenando los anaqueles de los establecimientos comerciales, algunos aún hoy no salen de su asombro ante una invasión de alimentos "hechos en Colombia".
Desde harina hasta champú, pasando por afeitadoras, jabones y la anhelada azúcar aparecieron en los carritos de quienes acuden a los supermercados; sin embargo esta medida también ha contado con muchos detractores, evidentemente los venezolanos estamos acostumbrados a unos precios muy inferiores a los presentados por el mercado colombiano, evidentemente el salario mínimo, aún con el incremento no cubre el total de recursos que se requieren para "llenar el carrito", no obstante es también menester que para muchos es preferible encontrar los productos a elevados precios que haciendo interminables colas o peor aún, "es preferible comprar el producto y quedar sin dinero que tener dinero y no tener acceso a los productos".
Ante este debate e inquietud que tanto se escucha en las calles, me permito hacer una serie de consideraciones sobre esta situación que, de ser como se prevé, podría multiplicarse a todos los demás estados del país:
1.- Traer alimentos desde Colombia no es malo, en esencia se está satisfaciendo una necesidad humana que ni el Estado (con mayúscula) ni la empresa privada (incluyendo la POLAR) han demostrado tener capacidad y/o voluntad de cumplir.
2.- Traer alimentos de Colombia no es formalizar el "bachaqueo" de ser esto cierto los intercambios comerciales entre los pueblos no podrían llevarse a cabo. El "bachaqueo" más que la reventa de productos es un fenómeno social de economía delictiva en los cuales están inmiscuidas grandes mafias que legalizan y legitiman capitales.
3.- Lo que me parece malo es que se traigan productos con márgenes de ganancia exorbitantes, el sector privado venezolano es fanático de hacer mucho dinero con poco esfuerzo, mientras el Estado es fanático de dejarlos hacer con los precios lo que ellos quieran.
4.- No es posible ni debe ser permisible que se traigan alimentos que se vendan con margenes de ganancia superiores al 15% incluyendo los costos operativos, de logística, entre otros, más cuando se están trayendo grandes cantidades de alimentos, lo cual representa jugosas ganancias.
5.- Los órganos del Estado venezolano ya sean regionales o nacionales deben crear mecanismos eficientes para velar por que los precios de venta final al público no excedan del porcentaje estipulado.
6.- A nivel regional, se debe aprender de las experiencias del estado Zulia, quienes desde hace más de dos meses vienen trayendo alimentos desde Colombia y quienes han tenido que corregir algunas medidas puesto que nunca falta un aprovechado que quiera hacer de la necesidad un gran negocio.
7.- Aún con márgenes de ganancia pequeños, los precios de los productos colombianos resultarán muy costosos para el bolsillo del venezolano, esto se debe no a que los precios sean exagerados y deban subsidiarse, sino a que el salario nuestro debe ser llevado a niveles internacionales. Esta es la única forma básica de derrotar el "bachaqueo" de alimentos.
8.- Aún con estos precios el "bachaquerismo" tenderá a, en primera medida bajar los precios y en segunda medida desaparecer de manera progresiva. Es evidente que la población preferirá acudir a un establecimiento comercial a comprar un producto que hacerlo en la calle, tanto por comodidad, facilidad a la hora del pago (tarjeta de débito, crédito, ticket alimentación, etc), como por seguridad.
9.- Una medida de presión para quienes estipulan márgenes de ganancia elevados puede ser no comprar y dirigirse directamente a la ciudad de Cúcuta como lo está haciendo buena parte de la población.
10.- Con el paso de las semanas las disparidades de precios entre lo que se compra en Venezuela y lo que se compra directamente en Colombia tenderá a reducirse.
11.- Si bien esta experiencia tiene sus criticas, pues no es posible que grupos económicos se aprovechen de la necesidad del pueblo y fijen márgenes de ganancia elevados, muchos estados de Venezuela añoran tener a su disposición alimentos, artículos de higiene y limpieza con la facilidad y variedad que nosotros los tenemos en este momento, no sólo por la venta de productos colombianos, sino por nuestra cercanía geográfica con Colombia.
12.- Si bien traer alimentos de Colombia puede ser considerado como una acción ilegal, entendiendo que muchos alimentos pasan por trochas, también Colombia surte sus vehículos con gasolina venezolana de manera ilegal y nadie en el vecino país dice nada.
13.- Colombia posee necesidad de combustibles, incluso está interesada en que se le surta con por lo menos 35 millones de litros de gasolina al mes, por su parte Venezuela requiere de alimentos y medicinas, con el valor depreciado de la moneda se afectan las dos economías (tal como lo reconoce la CEPAL). Esto podría solucionarse cambiando gasolina por alimentos bajo los convenios y normativa de la ALADI que entre otras cosas estima una tasa de cambio de 4,5 pesos por bolívar.

14.- Bajo este mismo concepto se pueden incluso generar otros convenios de complementariedad: cerca del 80% de la carne y los lácteos que consume el Norte de Santander provienen de Venezuela vía contrabando, sin controles fitosanitarios ni zoosanitarios. El estado Táchira podría con su producción actual surtir de productos cárnicos (50% más económicos) y lácteos (entre 30 y 60% más económicos) el mercado nortesantandereano y a su vez desde Colombia se podría pagar con alimentos envasados.
15.- Estos intercambios de comercio binacional beneficiarían a ambos pueblos, cubrirían sus demandas alimenticias y garantizaría un alimentación de calidad.
16.- Así como se le ha dado prioridad a las empresas para que traigan alimentos también se deben buscar mecanismos para que las comunidades organizadas, las comunas o los colectivos organizados traigan alimentos que sean distribuidos directamente en los barrios y sectores populares.
17.- También el propio Estado venezolano a través de sus instituciones puede traer de forma directa y sin intermediarios alimentos.
18.- Se debe continuar presionando al Estado colombiano, en especial a la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales para que desbloquee el sistema MUISCA y de esta forma permita el intercambio comercial por los puentes internacionales, en especial el puente de Tienditas, el cual espera por su inauguración. Es una farsa decir o pretender decir que las actuales trabas que impiden este intercambio comercial las pone el Estado venezolano.
19.- También es una farsa decir que Venezuela necesita más de Colombia que Colombia de Venezuela, en general ambos pueblos son los que piden y han pedido la normalidad en los pasos fronterizos, ambos pueblos son los que se ven afectados por la depreciación arbitraria de nuestra moneda, ambos pueblos son los que se beneficiarían con estos intercambios comerciales.
20.- En general era necesario que se reaperturaran los pasos fronterizos, esta medida era una válvula de escape tanto para el pueblo tachirense como para el pueblo nortesantandereano, no hay que olvidar que la ciudad de Cúcuta ha crecido de la mano del crecimiento y del consumo venezolano.


Por. Oscar Javier Forero
Economista e Investigador.
@Oscar_forero83
Oscarjforero83@hotmail.com

jueves, 1 de septiembre de 2016

LOS PRECIOS RETROCEDEN 10% LUEGO DE LA REAPERTURA DE FRONTERA


El más reciente estudio efectuado sobre los 50 productos que integran la canasta alimentaria de una familia en un mes descendió en más de 24 mil bolívares, lo cual representa una reducción de 9,3% con respecto a la primera quincena de agosto fecha en la cual se reaperturaron los pasos fronterizos y la tendencia que se presentaba era al alza de los precios, situación que ha sido no sólo neutralizada sino revertida por los acuerdos bilaterales a los que llegaron la República Bolivariana de Venezuela y la República de Colombia.

Es la cuarta vez que se presenta una reducción de precios desde mayo de 2016 y la primera vez en catorce estudios realizados, que la canasta alimentaria se reduce de forma consecutiva por dos semanas, a su vez, es importante mencionar que tres de los cuatro descensos de precios se dieron en el mes de agosto de 2016, fecha en que las conversaciones entre ambos gobiernos se intensificaron. Pudiéndose por lo tanto asegurar que éste es el principal logro para la población tachirense que presenta la reapertura fronteriza, pues el mercado especulativo ha tenido que reducir de manera considerable sus costos para poder competir con el mercado colombiano; sumado a este importante logro, se debe también mencionar la recuperación en el poder adquisitivo de los trabajadores, pues el incremento salarial, como algunos preveían, no ha incrementado los precios de los productos y el fenómeno de la escasez está prácticamente desapareciendo de la ciudad de San Cristóbal, productos como el aceite, la mayonesa, la mantequilla y el azúcar se comienzan a expender con total normalidad en los principales supermercados y automercados de la ciudad, igual situación se está comenzando a presentar con los artículos de higiene y cuidado personal, lo cual ha sido percibido por la población de manera muy positiva.

Recordemos que ha partir del primero de septiembre de 2016, el salario mínimo será de 65.056,60 bolívares, siendo esta la primera vez, desde hace cerca de tres años, que el salario crece a una mayor velocidad que la inflación, algo que sin duda alguna podría representar un punto de quiebre ante la vorágine especulativa que impedía el acceso a los trabajadores a una buena parte de los bienes y servicios que éstos demandan.


Al analizar el comportamiento de la canasta por subclase, observamos como la que mayor incremento de precios presentó en las últimas dos semanas fue la subclase de cereales, grasas, azúcar, café, té y similares con - 13,49%, seguido por la subclase de frutas, verduras, hortalizas y leguminosas con -9,81%, mientras la subclase de carnes, pescados, mariscos, leche y huevos se redujo en -3,94%. Por su parte, al evaluar el comportamiento desde el inicio de este estudio, podemos apreciar como la subclase que más influye en el salario del venezolano es la de cereales, grasas, azúcar, café, té y similares con + 56,43%, seguido por verduras y frutas con + 39,22% y carnes y derivados con + 17,81%.



A nivel más especifico podemos apreciar como los productos que mayor incremento presentaron en la última semana fueron el atún (+ 100%), el melón (+ 40%), las sardinas (+ 25%) y la patilla (+ 25%), algo que se presenta alentador pues, con la excepción del atún, estos son alimentos que varían mucho dependiendo de las respectivas cosechas, a diferencia de las semanas anteriores cuando los alimentos que mayor incremento presentaban era los de primera necesidad.



En contraparte los alimentos que mayor reducción de precios presentaron fueron la auyama (- 37,50%), el zanahoria (- 33,33%), el tómate ( -33,33%) y la guayaba (- 33,33%), resaltando el caso del arroz que redujo su valor en más de 30%, cuestión esta que confirma el impacto en los precios que ha generado la reapertura de los pasos fronterizos. 


Comparando desde el mes de mayo, los alimentos que mayor registro de precios presentan son la caraota (+ 160%), el ocumo, la avena, la pasta y la arveja (+ 150%), denotándose que la gran mayoría de esta lista corresponde a los productos caracterizados como "bachaqueables", los cuales como ya se dijo han venido progresivamente reduciendo su precio.


Mientras los productos que han presentado reducción de precios con respecto al mes de mayo destacan la  guayaba (- 80%), la naranja (- 57,14%), la zanahoria, la auyama y el tómate (- 50%), productos todos que regularmente presentan alzas o disminuciones de precios dependiendo de las respectivas cosechas. Destacando también la aparición nuevamente del platano maduro (- 33,33%), rubro que ha tenido una importante campaña de boicot por parte del Poder Popular para no consumirlo hasta tanto no reduzca su precio.


Por último, conforme al anuncio de incremento en el sueldo mínimo de los trabajadores y las trabajadoras, la cantidad de salarios que se requieren para cubrir la canasta alimentaria bajó considerablemente de 7,40 en el mes de julio a 4,1 en el mes de agosto, y pudiendo disminuir la barrera de los 4 salarios a partir del primero de septiembre fecha en que se incrementará el salario base.


Una vez arrojados los resultados del estudio, se hace evidente que el poder adquisitivo de los trabajadores y trabajadoras comienza a mejorar, la posibilidad de mejorar las condiciones de vida de la población asalariada se comienza a convertir en una tendencia que se espera se mantenga en el tiempo. Sin embargo y a pesar de tan buenas noticias, algunos factores comienzan a ser preocupantes:

1.- La negativa por parte de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN), a desbloquear el sistema "MUISCA" que permitiría la importación de alimentos desde Colombia de manera más directa y formal.

2.- El alza que se está comenzando a presentar en el dólar paralelo (dólar today), el cual, y tal como lo ha dicho la CEPAL en su más reciente informe no corresponde con la realidad fronteriza y altera arbitrariamente la realidad económica. En los últimos días el dólar paralelo se ha incrementado en más de 20 bolívares, lo mismo ocurre con el peso colombiano que se encuentra a 2,25 pesos por bolívar; de no controlarse el accionar de las mafias que operan en torno a estas depreciaciones arbitrarias, el poder adquisitivo del venezolano se puede afectar nuevamente.

3.-  La expansión en la masa monetaria (dinero circulante en las calles) que producto de los incrementos salariales y de el cercano pago de utilidades sirvan de mecha para despetar la espiral hiperinflacionaria.

4.- El desespero de grupos privilegiados y de poder, que viendo como el poder adquisitivo de los trabajadores comienza a mejorar y la percepción de éstos sobre el gobierno, se aventuren a tomar acciones de calle o desestabilizadoras (paros patronales, intentos de golpes, guarimbas, revueltas, etc.) que vuelvan a deprimir nuestra ya alicaída economía.

5.- Los constantes ataques e intentos de bloqueos financieros que solapadamente vienen haciendo las redes hegemónicas del capital financiero internacional y el derrocamiento "suave" de gobiernos progresistas en América Latina, como el recién ocurrido en Brasil, podrían desencadenar un ataque económico y político contra la República Bolivariana de Venezuela.

Resulta por lo tanto vital para el gobierno, entender que su factor de permanencia en el poder es el pueblo, situación ésta que debe ser entendida, digerida e interpretada por quienes dirigen la Revolución. Las circunstancias tienen a este proceso político en un punto álgido, critico y difícil, pero que con el apoyo popular, y con la mejora en las condiciones sociales como ha venido ocurriendo, por lo menos en el mes de agosto, es y será invencible.